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7.8.14

Extraños recuerdos de infancia

Conocía perfectamente ese momento de la tarde en que la luz y la 
sombra se contraponen de tal suerte en tan absoluto equilibrio que, neutralizándose mutuamente 
la extinción del día y el paréntesis vital de la noche, queda la mente en la más libre holgura. Es 
entonces cuando el dolor que supone la vida se adelgaza hasta el mínimo de sus dimensiones. No 
temía Tess a las sombras; su único anhelo consistía en verse lejos de la humanidad, o, por mejor 
decir, de ese frío conglomerado que se llama mundo, y que, tan terrible en conjunto, resulta tan 
insignificante y mezquino si se le descompone en sus unidades. 
- Tess la de los D'Urberville, Thomas Hardy.

2.5.13

Viendo cine francés...

Últimamente he estado viendo más cine francés de lo normal...y así casi por casualidad. Estoy pensando que debería retomar el idioma y aprenderlo --la verdad es que me acuerdo de muy, muy poco y me encantaría poder ver las películas sin subtítulos--
Primero vi Les 400 coups o Los 400 golpes, que en francés es más bien decir algo así como "hacer mil y un tonterías" y nos narra la historia de un chico que tiene problemas familiares. Esto influye en que no sea muy bueno en la escuela y que prefiera irse de pinta con un amigo.
En una de esas, encuentra a su madre besando a un hombre que no era su padre. Obviamente, esto le impacta, pero no sabe como reaccionar.
Su madre ni siquiera le regaña por haber faltado a clases y él tampoco le reprocha nada. Así, ambos ignorando sus faltas y continúan la vida como si nada. Su madre, al no sentirse con la autoridad moral de reprender a su hijo por sus malas acciones permite que cada vez estas se vuelvan peores, poco a poco, al hacer 1001 tonterías, el niño tiene que aprender por las malas que la vida te da golpes --algunos inmerecidos, otros que uno mismo se ha buscado--y que si bien, pues escapar de todo, jamás escaparás de ti mismo.
Es una película muy buena, dirigida por  François Truffaut.  Es considerada una de las la primeras obras de la denominada Nouvelle vague. Protagonizada por Jean-Pierre Léaud, como figura central. La peli es semi.autobiográfica, no sé hasta que punto, pero es muy dinámica y muy bella, pues es como ver una fotografía de Doisneau en movimiento, o simplemente, ver al Paris de los 50's, desmitificando un poco eso de la ciudad del amor y viendo que cómo en cualquier lado, los problemas existen y las personas tristes tambien,

Buscando, encontré otra hermosa película que ojalá pudiesen ver, esta en Youtube completa --pero con subtítulos en inglés.
Au revoir, les enfants o Adiós a los chicos! Que de todas las pelis, por el momento, es mi favorita. Creo que la podría ver de nuevo (y se los dice alguien que casi siempre odia ver la misma película dos veces). Dura más o menos dos horas, pero es muy rápida y quisieras que no terminara (se los dice alguein que ve una película en dos partes porque no soporta pasar dos hr. sin hacer nada) Así que, creo que son razones para decidirse a verla.
La película nos plantea la vida diaria en un colegio que acoge a niños alemanes, para que estén seguros durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Se centra especialmente en Julien Quentin, un chico de carácter, líder natural, que sabe hacerse respetar por sus campañeros, que no tiene miedo a pelearse y que está creciendo: pasando por la dificil etapa de djear atrás la niñez y convertirse en adolescente. Hay muchas cosas que aún no comprende, hay una morbosidad natural en el por ver mujeres desnudas y descubrir placeres sexuales, pero aún moja la cama, disfruta jugando en el receso y descubriendo tesoros con sus amigos. 
Pronto llega un chico nuevo: Jean Bonnet, quien dice ser protestante y sobresale en las clases pues es muy bueno en matemáticas.
Aunque al principio Julien y Jean no son uña y carne, pasa el tiempo y comienzan a hacerse amigos, compartir juegos, historias y secretos. Algunos secretos, no muy lindos.
Julien descubre que Jean es judío, y aunque no comprende muy bien qué es un judio, sabe que se les odia y que se les lleva a los campos de concentración en donde les ocurren cosas terribles.
Julien no le da importancia a esto, para él, Jean es su amigo y lo demás es irrelevante. Sin embargo, el mundo de los adultos es diferente y a ellos, el hecho de que sea un niño, no cambia las cosas.
El final es hermoso, a la vez impactante. Me ha encantado como tocan esos temas, a veces tabú,el de niños curiosos por fumar,  por descubrir el sexo pero a la vez, compaginándolo con sus temores y alegrías infantiles. Una película hermosa.

Finalmente, vi Les Choristes (Los coristas), está es mucho más actual, fue elegida para representar a Francia en los Oscares del 2005, ganando algunos galardones, incluyendo Mejor película extranjera. No solo el Oscar, sino muchos otros premios recibió esta película. Debo admitir que me gusto mucho, aunque si lo comparo con las dos anteriores, esta me parece muy simple. Já, pero la verdad es que no le quita el mérito. Es más bien un melodrama. Nos habla de un colegio de niños problema, al grado de la delincuencia, que son "controlados" por terribles políticas educativas.
Pronto, llega un nuevo supervisor que comienza a darles clases de canto. Pero este profe, es mucho más comprensivo con los chicos. Al acercarse a ellos y darles más afecto de lo que muchos han recibido en la vida, comienzan a tenerle cariño y a respetarlo.
Es de esas pelis que nos enseñan la influencia que un buen maestro puede tener en la vida de sus alumnos. En este caso, uno de los chicos más problemáticos compone su camino, dedicandose más tarde a la música.
El famoso maestro, es a simple vista un perdedor y músico fracasado, pero gracias a él, el colegio-reclusorio en el que enseña gana el reconocimiento de importantes personalidad que desean escuchar al coro cantar y los niños parecen sanar muchas heridas gracias a la música.
Un filme de tono más alegre, sirve para superar los traumas de los 400 golpes y Adios, muchachos.

10.2.13

A la Tom Sawyer {Pinturas de América en el siglo XIX}

La América del siglo XIX que nos dibujó Mark Twain en su novela Las aventuras de Tom Sawyer sin duda es la mejor expresión de la frase "ha habido tiempos mejores." Ya desde su publicación en 1876 el autor nos dice:
"Si bien mi libro va dirigido a las niñas y los niños, confío que no por ello deje de interesar a los hombres y las mujeres, pues mi intención en parte es recordarle a los adultos lo que fueron una vez, y como se sentían, pensaban y hablaban, así como las extrañas empresas en que a veces se embarcaban."
Ya desde ahí nos damos cuenta de la intención nostálgica que la novela lleva y si bien leerla es algo delicioso (sobre todo porque su prosa es fácil y la trama muy ágil) también pone algo triste (al menos a mi) el hecho de que la infancia es un momento lleno de sorpresas e ingenuidad que no vuelve. Más aún, la imagen de aquellos años, del Antebellum, se me antojan para haber crecido...y a ver sido un muchacho (sí, un chico, porque las chicas eran educadas para ser buenas esposas y eso me hubiese aburrido mucho, yo creo) que explorase en las noches, a la luz de las lunas y lamparas de aceita, el pequeño pueblo en el que crecía.
Yo, una niña nacida a mitad de los 90's y que crecí entre 90's-2000 sin duda no viví el explorar las calles de la ciudad, correr y escapar de casa (como me cuenta mi abuela y mis padres que hacían) pero sí recuerdo bien como jugaba con mi hermano a los Power Rangers y nos imaginábamos ejércitos de villanos aunque éramos solo él y yo; o ir al parque frente a mi Jardín de Niños a la salida a jugar con mis amiguitos, también los recesos y los domingos de ir al parque. Si bien, no fue una niñez sawyersiana, la tele, el internet, los videojuegos, los celulares, face y todo eso no fueron mi principal entretenimiento (¡y ahora lo agradezco!). Pero regresando al tema de la América antes de la Guerra Civil, he encontrado pinturas muy lindas, que retratan a la niñez de esos años...


The Anxious Moment
The Anxious Moment

The Berry Boy
The Berry Boy

No sé su título por Winslow Homer


On the Fence - Winslow Homer
On the Fence by Wislow Homer


The Tomboy 1873
The Tomboy

File:Winslow Homer - The whittling boy.jpg
The whittling boy 


Boys on the beach (mmm... Tom & Huck?)



Arthur John Esley y los niños

Si bien, pintores como Murillo se centraron en la pobreza y fueron grandes expositores del costumbrismo, más adelante las pinturas con temáticas de niñez fueron en contextos un poco menos crudos.
John Esley, un pintor inglés de la era victoriana tardía, fue popular por sus escenas de género (costumbristas) de niños y mascotas, en actitudes juguetonas, hogareñas y dando mucha importancia a la naturaleza. Lamentablemente la 1° Guerra Mundial lo dejó en la ruina y tuvo que dejar la pintura, para dedicarse a actividades "más redituables."
A pesar de eso, nos deja un legado de una Inglaterra alegre, en donde la esperanza aún podía verse, tras las sonrisas y juegos de sus niños.
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Niños jugando

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Aprendiendo a nadar


Escondidillas

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Digamos que ésta es la otra cara de la moneda: la infancia burguesa

Bartolomé Murillo y sus niños, los pícaros de Sevilla

Murillo retrató bellamente la infancia de Sevilla en el siglo XVII
Ya en otra entrada había hablado de la pintura de "Niños comiendo uvas y melón" de Bartolomé Murillo, un pintor español del Siglo de Oro, quién es conocido por representar imágenes cristianas (digamos que en su época, era la moda, ´porque la Iglesia estaba metida en todo para "adoctrinar" al pueblo) pero también por las imágenes costumbristas de pícaros harapientos de los más bajos fondos de Sevilla (y España en general).Él tuvo la maestría de representar la pobreza de una manera un tanto idílica gracias a la inocencia infantil, de sus niños, que lejos de lamentar su situación, parecía que  se iban adaptando a ella cómo podían y la pasaban. Ésto, ya lo he mencionado, era porque la gente adinerada quería tener esos cuadros en sus casas, pero sin la "crudeza" de ver a la pobreza tal y como era.
Murillo, representa una miseria cruda y a la vez dulce, sí, es raro y no sé de que otra manera explicarlo, simplemente encuentro demasiada belleza en su obra.
Yo en lo personal disfruto muchísimo el ver a sus pilluelos, y aunque sé que están un tanto alejados de la realidad (no creo que la hayan pasado tan bien) me intrigan las historias que aquellos niños nos podrían contar. Definitivamente, para mi son mucho más interesantes estas pinturas y éste tema que las de representan a los chicos con una mejor posición social. Tristemente, las pinturas de Murillo permanecen actuales, pues se puede observar a niños en condiciones iguales hoy día. Y eso no es algo que se disfrute.

Archivo:Bartolome murillo-tres niños.jpg
Tres niños

Invitación al juego de la argolla
Invitación al juego de la argolla


Niño con perro

Niños comiendo pastel

File:Murillo-niño asomado a la ventana.jpg
Niño riendo asomado a la ventana

File:Murillo-joven espulgandose.jpg
Niño espulgándose


Niños comiendo melón y uvas

Mujer espulgando a un niño
y la Vieja despiojando un chico es cuadro de tanta entereza popular como los de los maestros del género flamenco y holandeses, de suerte que Murillo ha quedado como el mejor ilustrador de nuestra novela picaresca del Siglo de Oro. / J. A. Gaya Nuño





Si como a mí, les interesan tanto estas imágenes, les recomiendo que lean el Lazarillo de Tormes, es una historia picaresca que cuenta la infancia de Lázaro, niño español que vive muchas (des)venturas a raíz de que su madre lo vende a un ciego, ya que no tenía dinero para mantenerlo. Está escrito en español antiguo --algunas partes, no todas-- y aunque a veces cuesta seguirlo un poco por el estilo de la narrativa, es un retrato genial de la España de aquél tiempo, las costumbres y la manera en que se vivía el día a día -lleno de hambre y pobreza--
Ayuda mucho que está escrito en primera persona.

4.2.13

Dos niños comiendo melón y uvas, Murillo.

File:Bartolomé Esteban Perez Murillo - Trauben- und Melonenesser.jpg

Esta pintura la vi por primera vez cuando tenía unos 7 u 8 (osea hace ya 10 años!!), y la vi en la portada de El periquillo Sarniento, libro que mi hermano -quién cursaba la prepa entonces- tenía que leer para la clase de literatura. De hecho la pintura me fascinó y comencé a leer El periquillo (jaja, sí a los 8) solo porque quería saber más sobre los dos niños. No sé, hay mucha fuerza en esa pincelada y en la escena. Digamos que en aquél entonces yo tenía la edad de esos niños, o puede que yo los viera un poco mayores...si, así era, los veíamos como "niños grandes" pero aún así me intrigaba mucho que yo estaba en la sala de mi casa, perfectamente iluminada, con TV, PC, juguetes, etc...y esos dos chicos comían melón --y yo no sé porque, en aquel entonces creía que estaban comiéndose un taco de algo--
Yo no tenía idea de que eran sevillanos, tampoco sabía de donde habían sacado la comida, me cuestionaba porqué no estaba ahí su mamá y si tenían mamá...Yo miraba fascinado la portada del libro, nadie se daba cuenta de eso, pero por mi cabeza miles de pensamientos respecto a los niños de Murillo pasaban por mi mente de  7 u 8 años. Quién sabe, no recuerdo, pero igual y tenía gana de invitar a esos niños a jugar conmigo.
No leí completo el Periquillo, solo una parte en donde te dicen que es un señor y se está muriendo o algo así, y que le dio sarna y que por eso le decían "sarniento", ya que su apellido era Sarmiento. Bueno, ahora sí que lo leeré, porque me gustan esas cosas de niños y pobreza en otros tiempos.

Ralizada por el pintor Bartolomé Esteban Murillo entre 1645 y 1650. Se encuentra en la Alte Pinakothek de Múnich, donde se exhibe en la sala XIII con el nombre de Trauben- und Melonenesser. En esta pintura, los niños se encuentran vestidos pobremente con las camisas medio destrozadas, pero con muestras de cierta alegría en la glotonería con que consumen las frutas - Wikipedia


  • Pícaros: La escena se supone que son dos niños que acaban de conseguir un botín, melón y uvas, y se lo comen con glotonería y rapidez. Sus ropas rotas, su suciedad y la rapidez que lo están comiendo nos aluden a que son dos pícaros que han conseguido robar esos manjares.
  • Ruinas: Aunque el fondo parece neutro, realmente estamos frente a un escenario de un edificio en ruinas..
  • Detalle: Lo más llamativo es el nivel de detalle de la escena, donde las frutas parecen un auténtico bodegón
Lo poco que sé de Murillo, es que el pintaba lo que se dice "escenas de género" o pintura costumbrista, qué sus niños parecen un tanto alegres porque las personas de clase alta querían pinturas que mostrasen la pobreza, pero una pobreza un tanto disfrazada, ya que ver a niñitos muriendo de hambre, enfermos o huérfanos, solos y sin nadie que los amparase era muy "duro de tragar" y agresivo para su clase social. Ya saben, sin pobres no hay ricos, pero era algo que no querían reconocer.
La pintura es del siglo XVII, entre 1645 y 1655...bueno, hace cuánto! Y aún así, los niños eran entonces niños, son como los niños de ahora y como espero que lo sigan siendo: almitas inocentes, adaptadas a su situación y con cierto optimismo que de adultos se va perdiendo. Yo no soy adulta, tampoco soy niña, creo que mi adolescencia está terminando ya...es rara esta etapa de mi vida. La infancia es una época muy corta y muy idílica...queremos crecer, pero no sé para qué.

Otro tema que pronto trataré, al que casi casi quiero dedicar el blog por completo es el de Los pícaros, Los pilluelos, los Truhanes...Jack Dawkins, Charlye Bates, Gavroche....! ah! que maravilla.
No sé porque mi fijación con niños y con la infancia de épocas pasadas. Pero, en fin.


"Pero Padre me había dicho que no era robar, eso era 'tomar prestado'. Siempre y cuándo nadie te viera y  tuvieras la intención de pagarlo algún día" - Las aventuras de Huckleberry Finn

19.1.13

The kids are alright (Photography of children between 1850-1890)

Many of this photos were taken between 1850 and 1910, in England and America. Hope you enjoy them as much as me, and think how childhood have change since then.

Estas fotos de niños fueron tomadas en 1850 y 1910. Espero que las disfruten, te hacen pensar en lo mucho que ha cambiado el concepto de "ser un niño" y la infancia a lo largo del tiempo.





















Many of this kids worked on factorys, in the second half of 19th century. Then, in early 20th century they were involved into 1st and 2nd World War.

Muchos de estos chicos trabajaban en fábricas, a partir de la segunda mitad del siglo 19 y la llamada Revolución Industrial. Después, en el siglo XX y las Guerras Mundiales los niños se unían al ejercito a pelear por sus países.