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10.2.13

Bartolomé Murillo y sus niños, los pícaros de Sevilla

Murillo retrató bellamente la infancia de Sevilla en el siglo XVII
Ya en otra entrada había hablado de la pintura de "Niños comiendo uvas y melón" de Bartolomé Murillo, un pintor español del Siglo de Oro, quién es conocido por representar imágenes cristianas (digamos que en su época, era la moda, ´porque la Iglesia estaba metida en todo para "adoctrinar" al pueblo) pero también por las imágenes costumbristas de pícaros harapientos de los más bajos fondos de Sevilla (y España en general).Él tuvo la maestría de representar la pobreza de una manera un tanto idílica gracias a la inocencia infantil, de sus niños, que lejos de lamentar su situación, parecía que  se iban adaptando a ella cómo podían y la pasaban. Ésto, ya lo he mencionado, era porque la gente adinerada quería tener esos cuadros en sus casas, pero sin la "crudeza" de ver a la pobreza tal y como era.
Murillo, representa una miseria cruda y a la vez dulce, sí, es raro y no sé de que otra manera explicarlo, simplemente encuentro demasiada belleza en su obra.
Yo en lo personal disfruto muchísimo el ver a sus pilluelos, y aunque sé que están un tanto alejados de la realidad (no creo que la hayan pasado tan bien) me intrigan las historias que aquellos niños nos podrían contar. Definitivamente, para mi son mucho más interesantes estas pinturas y éste tema que las de representan a los chicos con una mejor posición social. Tristemente, las pinturas de Murillo permanecen actuales, pues se puede observar a niños en condiciones iguales hoy día. Y eso no es algo que se disfrute.

Archivo:Bartolome murillo-tres niños.jpg
Tres niños

Invitación al juego de la argolla
Invitación al juego de la argolla


Niño con perro

Niños comiendo pastel

File:Murillo-niño asomado a la ventana.jpg
Niño riendo asomado a la ventana

File:Murillo-joven espulgandose.jpg
Niño espulgándose


Niños comiendo melón y uvas

Mujer espulgando a un niño
y la Vieja despiojando un chico es cuadro de tanta entereza popular como los de los maestros del género flamenco y holandeses, de suerte que Murillo ha quedado como el mejor ilustrador de nuestra novela picaresca del Siglo de Oro. / J. A. Gaya Nuño





Si como a mí, les interesan tanto estas imágenes, les recomiendo que lean el Lazarillo de Tormes, es una historia picaresca que cuenta la infancia de Lázaro, niño español que vive muchas (des)venturas a raíz de que su madre lo vende a un ciego, ya que no tenía dinero para mantenerlo. Está escrito en español antiguo --algunas partes, no todas-- y aunque a veces cuesta seguirlo un poco por el estilo de la narrativa, es un retrato genial de la España de aquél tiempo, las costumbres y la manera en que se vivía el día a día -lleno de hambre y pobreza--
Ayuda mucho que está escrito en primera persona.

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