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10.2.13

A la Tom Sawyer {Pinturas de América en el siglo XIX}

La América del siglo XIX que nos dibujó Mark Twain en su novela Las aventuras de Tom Sawyer sin duda es la mejor expresión de la frase "ha habido tiempos mejores." Ya desde su publicación en 1876 el autor nos dice:
"Si bien mi libro va dirigido a las niñas y los niños, confío que no por ello deje de interesar a los hombres y las mujeres, pues mi intención en parte es recordarle a los adultos lo que fueron una vez, y como se sentían, pensaban y hablaban, así como las extrañas empresas en que a veces se embarcaban."
Ya desde ahí nos damos cuenta de la intención nostálgica que la novela lleva y si bien leerla es algo delicioso (sobre todo porque su prosa es fácil y la trama muy ágil) también pone algo triste (al menos a mi) el hecho de que la infancia es un momento lleno de sorpresas e ingenuidad que no vuelve. Más aún, la imagen de aquellos años, del Antebellum, se me antojan para haber crecido...y a ver sido un muchacho (sí, un chico, porque las chicas eran educadas para ser buenas esposas y eso me hubiese aburrido mucho, yo creo) que explorase en las noches, a la luz de las lunas y lamparas de aceita, el pequeño pueblo en el que crecía.
Yo, una niña nacida a mitad de los 90's y que crecí entre 90's-2000 sin duda no viví el explorar las calles de la ciudad, correr y escapar de casa (como me cuenta mi abuela y mis padres que hacían) pero sí recuerdo bien como jugaba con mi hermano a los Power Rangers y nos imaginábamos ejércitos de villanos aunque éramos solo él y yo; o ir al parque frente a mi Jardín de Niños a la salida a jugar con mis amiguitos, también los recesos y los domingos de ir al parque. Si bien, no fue una niñez sawyersiana, la tele, el internet, los videojuegos, los celulares, face y todo eso no fueron mi principal entretenimiento (¡y ahora lo agradezco!). Pero regresando al tema de la América antes de la Guerra Civil, he encontrado pinturas muy lindas, que retratan a la niñez de esos años...


The Anxious Moment
The Anxious Moment

The Berry Boy
The Berry Boy

No sé su título por Winslow Homer


On the Fence - Winslow Homer
On the Fence by Wislow Homer


The Tomboy 1873
The Tomboy

File:Winslow Homer - The whittling boy.jpg
The whittling boy 


Boys on the beach (mmm... Tom & Huck?)



Arthur John Esley y los niños

Si bien, pintores como Murillo se centraron en la pobreza y fueron grandes expositores del costumbrismo, más adelante las pinturas con temáticas de niñez fueron en contextos un poco menos crudos.
John Esley, un pintor inglés de la era victoriana tardía, fue popular por sus escenas de género (costumbristas) de niños y mascotas, en actitudes juguetonas, hogareñas y dando mucha importancia a la naturaleza. Lamentablemente la 1° Guerra Mundial lo dejó en la ruina y tuvo que dejar la pintura, para dedicarse a actividades "más redituables."
A pesar de eso, nos deja un legado de una Inglaterra alegre, en donde la esperanza aún podía verse, tras las sonrisas y juegos de sus niños.
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Niños jugando

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Aprendiendo a nadar


Escondidillas

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Digamos que ésta es la otra cara de la moneda: la infancia burguesa

Bartolomé Murillo y sus niños, los pícaros de Sevilla

Murillo retrató bellamente la infancia de Sevilla en el siglo XVII
Ya en otra entrada había hablado de la pintura de "Niños comiendo uvas y melón" de Bartolomé Murillo, un pintor español del Siglo de Oro, quién es conocido por representar imágenes cristianas (digamos que en su época, era la moda, ´porque la Iglesia estaba metida en todo para "adoctrinar" al pueblo) pero también por las imágenes costumbristas de pícaros harapientos de los más bajos fondos de Sevilla (y España en general).Él tuvo la maestría de representar la pobreza de una manera un tanto idílica gracias a la inocencia infantil, de sus niños, que lejos de lamentar su situación, parecía que  se iban adaptando a ella cómo podían y la pasaban. Ésto, ya lo he mencionado, era porque la gente adinerada quería tener esos cuadros en sus casas, pero sin la "crudeza" de ver a la pobreza tal y como era.
Murillo, representa una miseria cruda y a la vez dulce, sí, es raro y no sé de que otra manera explicarlo, simplemente encuentro demasiada belleza en su obra.
Yo en lo personal disfruto muchísimo el ver a sus pilluelos, y aunque sé que están un tanto alejados de la realidad (no creo que la hayan pasado tan bien) me intrigan las historias que aquellos niños nos podrían contar. Definitivamente, para mi son mucho más interesantes estas pinturas y éste tema que las de representan a los chicos con una mejor posición social. Tristemente, las pinturas de Murillo permanecen actuales, pues se puede observar a niños en condiciones iguales hoy día. Y eso no es algo que se disfrute.

Archivo:Bartolome murillo-tres niños.jpg
Tres niños

Invitación al juego de la argolla
Invitación al juego de la argolla


Niño con perro

Niños comiendo pastel

File:Murillo-niño asomado a la ventana.jpg
Niño riendo asomado a la ventana

File:Murillo-joven espulgandose.jpg
Niño espulgándose


Niños comiendo melón y uvas

Mujer espulgando a un niño
y la Vieja despiojando un chico es cuadro de tanta entereza popular como los de los maestros del género flamenco y holandeses, de suerte que Murillo ha quedado como el mejor ilustrador de nuestra novela picaresca del Siglo de Oro. / J. A. Gaya Nuño





Si como a mí, les interesan tanto estas imágenes, les recomiendo que lean el Lazarillo de Tormes, es una historia picaresca que cuenta la infancia de Lázaro, niño español que vive muchas (des)venturas a raíz de que su madre lo vende a un ciego, ya que no tenía dinero para mantenerlo. Está escrito en español antiguo --algunas partes, no todas-- y aunque a veces cuesta seguirlo un poco por el estilo de la narrativa, es un retrato genial de la España de aquél tiempo, las costumbres y la manera en que se vivía el día a día -lleno de hambre y pobreza--
Ayuda mucho que está escrito en primera persona.

4.2.13

Dos niños comiendo melón y uvas, Murillo.

File:Bartolomé Esteban Perez Murillo - Trauben- und Melonenesser.jpg

Esta pintura la vi por primera vez cuando tenía unos 7 u 8 (osea hace ya 10 años!!), y la vi en la portada de El periquillo Sarniento, libro que mi hermano -quién cursaba la prepa entonces- tenía que leer para la clase de literatura. De hecho la pintura me fascinó y comencé a leer El periquillo (jaja, sí a los 8) solo porque quería saber más sobre los dos niños. No sé, hay mucha fuerza en esa pincelada y en la escena. Digamos que en aquél entonces yo tenía la edad de esos niños, o puede que yo los viera un poco mayores...si, así era, los veíamos como "niños grandes" pero aún así me intrigaba mucho que yo estaba en la sala de mi casa, perfectamente iluminada, con TV, PC, juguetes, etc...y esos dos chicos comían melón --y yo no sé porque, en aquel entonces creía que estaban comiéndose un taco de algo--
Yo no tenía idea de que eran sevillanos, tampoco sabía de donde habían sacado la comida, me cuestionaba porqué no estaba ahí su mamá y si tenían mamá...Yo miraba fascinado la portada del libro, nadie se daba cuenta de eso, pero por mi cabeza miles de pensamientos respecto a los niños de Murillo pasaban por mi mente de  7 u 8 años. Quién sabe, no recuerdo, pero igual y tenía gana de invitar a esos niños a jugar conmigo.
No leí completo el Periquillo, solo una parte en donde te dicen que es un señor y se está muriendo o algo así, y que le dio sarna y que por eso le decían "sarniento", ya que su apellido era Sarmiento. Bueno, ahora sí que lo leeré, porque me gustan esas cosas de niños y pobreza en otros tiempos.

Ralizada por el pintor Bartolomé Esteban Murillo entre 1645 y 1650. Se encuentra en la Alte Pinakothek de Múnich, donde se exhibe en la sala XIII con el nombre de Trauben- und Melonenesser. En esta pintura, los niños se encuentran vestidos pobremente con las camisas medio destrozadas, pero con muestras de cierta alegría en la glotonería con que consumen las frutas - Wikipedia


  • Pícaros: La escena se supone que son dos niños que acaban de conseguir un botín, melón y uvas, y se lo comen con glotonería y rapidez. Sus ropas rotas, su suciedad y la rapidez que lo están comiendo nos aluden a que son dos pícaros que han conseguido robar esos manjares.
  • Ruinas: Aunque el fondo parece neutro, realmente estamos frente a un escenario de un edificio en ruinas..
  • Detalle: Lo más llamativo es el nivel de detalle de la escena, donde las frutas parecen un auténtico bodegón
Lo poco que sé de Murillo, es que el pintaba lo que se dice "escenas de género" o pintura costumbrista, qué sus niños parecen un tanto alegres porque las personas de clase alta querían pinturas que mostrasen la pobreza, pero una pobreza un tanto disfrazada, ya que ver a niñitos muriendo de hambre, enfermos o huérfanos, solos y sin nadie que los amparase era muy "duro de tragar" y agresivo para su clase social. Ya saben, sin pobres no hay ricos, pero era algo que no querían reconocer.
La pintura es del siglo XVII, entre 1645 y 1655...bueno, hace cuánto! Y aún así, los niños eran entonces niños, son como los niños de ahora y como espero que lo sigan siendo: almitas inocentes, adaptadas a su situación y con cierto optimismo que de adultos se va perdiendo. Yo no soy adulta, tampoco soy niña, creo que mi adolescencia está terminando ya...es rara esta etapa de mi vida. La infancia es una época muy corta y muy idílica...queremos crecer, pero no sé para qué.

Otro tema que pronto trataré, al que casi casi quiero dedicar el blog por completo es el de Los pícaros, Los pilluelos, los Truhanes...Jack Dawkins, Charlye Bates, Gavroche....! ah! que maravilla.
No sé porque mi fijación con niños y con la infancia de épocas pasadas. Pero, en fin.


"Pero Padre me había dicho que no era robar, eso era 'tomar prestado'. Siempre y cuándo nadie te viera y  tuvieras la intención de pagarlo algún día" - Las aventuras de Huckleberry Finn